AL BORDE DE LA PRIMAVERA
Dicen que hay islas de diversos colores
que dibujan sentimientos y mueren
en las arenas de las playas.
Negra y verde debe ser la que inunda
el lugar, donde dormitan mis sueños.
Caracola donde retumban, aciagas
palabras del corazón que envían
su mensaje en una verde botella
navegando a impulsos de las velas.
Desde tu última sonrisa, los versos
se desdibujan
al filo de la luz invernal. Se hunden
las palabras
como grises siluetas mientras cruzan
las nubes
con nimbos de mudez sin descargar la
lluvia.
Garganta inmóvil donde duermen los
sonidos.
Intentaré que aflore el racimo de
sentimientos
escondidos en el pecho, cuidaré las
espumas
de nuestros anhelos, propicios
siempre
al riesgo de las sombras del desamor.
Elevemos las palabras por encima
de los silencios, porque sólo así
nos encontraremos a nosotros mismos
después de posar mínimas caricias
en estas tardes, al borde
de la primavera.
(R.J.M./ 12.6.18)