lunes, 30 de mayo de 2011

RECORDANDO OTROS MAYOS

HISTORIA DE UN RECUERDO

(Recordando otros Mayos)

Será porque crecimos
con demasiadas heridas para dibujar
en nuestras manos.
Será porque tuvimos que crecer
en medio de un invierno
hecho de carbonilla,
con un renquear de tranvías
que te dejaban desolado
junto a las vías sin estufas.

Acaso era también la bombilla
que como un fantasma vagabundeaba
por las paredes nutriendo los sueños
de escaparates vacíos.

Demasiadas naricillas con vaho
frente al tren eléctrico y la Mariquita,
y una sensación de asombro
ante el patinete del vecino, que rodaba
entre vestidos de organdí
y marineros sin proa.

Nos dieron un graduado en miedo
que ceñía nuestra espalda con la fragua
del más allá, sin permitirnos
vivir el ahora.

Nos hablaron de la dicha
de no conocer el belicismo
y estamparon su sello en nuestra frente.

Como un recuerdo absurdo
de algo que no fue, ni sucedió,
hubo quien creyó encontrar el amor
en la última fila del cine.

Era un imposible, creer en el amor
trenzando sus pasiones en el pecho
cuando el único asilo
era el fuego eterno.

Y llegó el viento con ritmos extranjeros,
supimos que al otro lado, los besos
tenían el color del carmín que se estrena.

Una primavera experta llegó a los ojos,
jugamos a desenredar los cabellos
de los escarabajos en Liverpool,
unimos los claveles a los mayos del Sena
y cantamos a la Venecia triste sin nosotros.

Sabíamos de todo ello, sin embargo,
los testigos permanecían mudos
a las puertas de nuestra historia,
con una larga fila de poetas
descoloridos por otros soles.

Viejos caminantes con la memoria
en llamas que dejaron sus huesos
en la larga travesía de la espera,
Tan sólo algún marinero
volvió a ver su tierra.

¿Nos creerán si en el Olimpo
les decimos que les hemos amado
en las cúpulas de sus versos
aprendidos en noches sin luna?

Atardece lentamente, muy pronto
nuestras primaveras serán
otra historia del recuerdo
para narrar en oídos incrédulos.

Lo que sí es seguro, es que los fantasmas
habrán ido a la hoguera,
tan sólo ellos sabrán:
Que tuvimos un Amor
desesperado por vivir.

*********************
Publicado en Revista ALISMA, (A.H.E.)
Madrid mayo, 1985

R.J.M./ 25.5.2011

1 comentario:

Julie Sopetrán dijo...

Rosa, un bellísimo poema... Como siempre mi cariño y admiración al leerlo. Felicidades. Pásate por mis blogs alguna vez. Un abrazote. Julie

http://magiasdemexico-julie.blogspot.com/