(21) EL
INVENTO DE KARMIÑA ATXIS
y
las Observadoras
Mucho
había tenido que insistir la doctora Ros para que, Karmiña Atxis,
observadora desde el Puente Colgante Leré, presentara su invento.
Eso sí, después de haberle hecho algunas modificaciones, Se trataba
de un lavador, secador giratorio, para colocar en el techo de la nave
aristoliana, el cual tenía como misión no solo secar el pelo, sino
también peinarlo. Para ponerlo a funcionar, sólo era preciso
activar el sonido de un chistú o un tamboril.
El
invento había sido muy bien acogido por las mihembras que, no sólo
podían hacer todo lo reseñado, también se pintaban las uñas y con
sólo levantar los brazos, como si fuesen a bailar la jota, el
esmalte quedaba seco.
No
sucedió lo mismo con los miembros, quienes en su mayoría,
consideraron el secador colgante como un manifiesto ataque capilar.
Sabido es que las cabezas, de los científicos astronautas
masculinos, brillan como bolas de billar o casi, porque no tienen un
pelo de tontos y los pocos que tienen, los pierden pensando, salvo
honrosas excepciones. Una de ellas era la cabeza de Mariano y algún
otro que se las daba de lucir melena al estilo Einstein, como Mister Polen, que se negaba a poner su cabeza debajo del secador colgante
y aerodinámico. Obligado a utilizar el invento, se demostró que su
pelo era tan volátil que se quedó pegado en el techo, incluso la
caspa no era tal, a punto estuvieron de infectarse de piojos
plastificados.
En
definitiva, los miembros opinaban que era una mamarrachada, la
utilización del secador colgante aerodinámico, que lavaba, secaba,
peinaba y si querías te lo planchaba. A no ser por las damas
astronautas, a Mariano, le habrían rapado la
cabeza y el invento hubiese sido desechado. A cambio, Marco Polen,
solicitó que para ponerle en marcha, pudiesen bailar bulerías y
fandangos, en vez del aurresku y tocar tan sólo el tamboril a lo que
Karmiña Atxis, accedió, aunque tendría que cambiar parte del
mecanismo.
Desde
los distintos observatorios empezaron a llover peticiones de
secadores. En la Piedra de los Muchachos, de la Palma
Canaria, la observadora Nanny Espinal, fue la primera en verlo, para algo
tenían el mayor telescopio del mundo, de 10,4 ms.
Carmelilla,
desde el Pico de una Veleta, en la Sierra de Filabres, solicitó otro
secador colgante aerodinámico para que el pelo se lo dejase
milimetricamente peinado e hiciese juego con el Alto Calar
En
Yenes (Guada), la excaliforniana Julie, se apuntó a la lista de
pedidos, quería provocar la envidia de las radioastrónomas de la
NASA, tan presuntuosas que se creían las más listas, pero eran
bastante feas. Cuando se enteraron Carmen May y Gracia, fueron a visitarla, esta última
se llevó una red de despistes ocasionales, quisieron aprovechar la solicitud del nuevo invento.
Carmela,
desde la Estación Roble Chavela, pensaba que había que estar
chaveta para ponerse una venda en la cabeza y privarse de llevar la
melena al viento, teniendo aquel invento.
Carmina,
se había trasladado desde Onís a la Montaña Cabreja, para visitar
a su amiga Nanny Espinal, desde allí le sería más fácil pedir
otro secador colgante multifunciones.
Maica,
la Valkiria del Astronauta, le dijo a su Antoine que estaría unos
días fuera, ahora que el túnel metacarpiano lo tenía curado iría
a San Fernando a tocar las palmas. Ensayaría con su amiga Mamen.
Entre
la Red del Espacio Profundo y la Estación de Seguimiento de la OTRA,
los mensajes no dejaban de cruzarse tratando de detectar la clave de
lo que aquel invento suponía.
En
la NASA se preguntaban si tendría algo que ver con la palabra
CARMEN, eran mayoría las Carmenes detectadas en los distintos
Observatorios Españoles.
La doctora Rosmar pensó que el tema se le estaba yendo del
espectrógrafo de alta resolución. Advirtió a las observadoras, que
cantaran el himno aristoliano y se pusiesen a contar estrellas con el
doble canal, para no ser detectadas. Los secadores multifunciones
tardarían en ser fabricados. En la NASAL y en el Puente Leré sonó el himno aristoliano.
¡Eureka,
eureka!
Esto
es mejor que montar en tricicleta,
después
de un chaparrón,
con
bizcocho y garrafón.
La
NASAL y el PEPA son de lo mejor.
Ros
de Aristolío (20.10.14)
7 comentarios:
¡Genial ese secador, doctora Rosmar! Claro que... no es menos genial su inventora, cuyas habilidades conocemos de sobra.
Hablando en serio: me parece que habrá un antes y un después para las tripulantes femeninas de los viajes espaciales.Un gran paso para la Humanidad, doctora.
Suya admiradísima
Vichoff
Querida Dra. Vichof o Vichita. No hay duda de que el invento de Karmiña revolucionará a las mihembras y a los pocos miembros que tienen melena. Pensar que todo surgió porque a la Mari C. Azkona,se lo inspiró Malena (melena)y así lo indicó, en el anterior episodio.
Un abrazo, Ros de Aristolío.
¡Hola Juan Calderón!No sé por qué no ha habido manera de publicar tu mensaje aquí, da igual.
Tú sabes como agradezco tu lectura y tus elogios.
Recibe un fuerte abrazo.
Hay inventos que cambian el mundo y hay inventos, mucho más importantes, que nos cambian a nosotros mismos. ¿Y por qué digo esto? Pues la verdad es que no lo sé. Siempre he envidiado la capacidad inventiva de la gente y alguna vez, incluso me he soñado diciendo esas palabras. Pero solo a mí se me ocurre inventar un secador especial, que no espacial, en un país de calvos (jajaja) Aunque me alegro de que, al menos, haya sido la chispa que ha alumbrado algo mejor.
Gracias, doctora Rosmar, por compartir esa capacidad extraordinaria tuya. Solo espero que me llegue pronto el secador. Soy muy impaciente y ya es la quinta… la sesta vez que me pinto las uñas. No gano para quitaesmaltes ;-)
Un beso grande, grande.
Como mihembro de la tripulación me alegro de no lucir melena para no "arriesgarme" a usar la genial invención, por si las moscas venusianas. Qué divertido, Rosa. Un beso.
Gracias a ti Karmiña Atxis, por ser la promotora de la idea. Aunque no lo creas, fue inspiración de una noche de verano, en pleno otoño. Lo habitual es cocerlo en la cabeza y darle cien vueltas, hasta que te mareas. ¡Ten cuidado con la acetona! Ya sabes que el correo del zar tardará.
Besos lunáticos.
Comprendo tu alegría Peter Alado, por no precisar seguro de riesgo, no obstante, tendría cuidado con las moscas venusianas y sus alucinajes.
Besos aristolianos.
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