sábado, 4 de octubre de 2014

VIAJE AL PLANETA ARISTOLIO


21. CONCURSO DE INVENTOS

I - El motor de Malena


   Amig@s aristolian@s: Tal vez pensábais que con la llegada del otoño, el P.E.P.A., se había aletargado. Ha transcurrido mucho tiempo desde el último informe sobre el Proyecto Espacial Para Aristolio, ya veis que ahora lo de(asteroides) se ha cambiado por el nombre del planeta. Con el cambio de estación climática, llegó también el concurso de inventos útiles para el inminente Viaje al planeta Aristolio.

   En la sala había una gran expectación, la doctora Rosmar presentaba a Malena, como Jefa de Observaciones Motorizadas Aristolianas, aprobada por Mister Polen. Una vez más, este se había retrasado, dió la bienvenida a los concursantes y les deseó mucha suerte, tenía que asistir a una vídeo conferencia en la que anunciarían que había sido nombrado Asesor de la República Aeroespacial. Él a su vez, nombró el nuevo C.E.P.A. Comité Ejecutivo Planetario Aristoliano, quedaba constituido por la doctora Rosmar de Aristolío, la Asteroide Matilde, en calidad de Entrenadora vital y telepática. Antonio, el astronauta, apodado Remolino, después de haber viajado a aquella galaxia, cercana a Andrómeda y al Canes Venatici. Por último, la nueva ingeniera Malena, que si bien no sabía mucho sobre las galaxias, era de las personas que más sabía sobre motores.


   Malena se había formado en la Facultad Canillensis. Durante años había trabajado en el aeropuerto de Teruel, (uno de los pocos que existían con tráfico de aviones, de los 57 que había en España) Allí entre motores de Boeinges 777, aterrizados para reciclarse, había aprendido a distinguir los de combustión interna o externa, monofásicos o trifásicos, de turbina o alternativos con pistón fijo o doblado. Lo importante, según ella, era colocar bien las tuercas. En cinco minutos podía montar un sofisticado motor jet que funcionase.


   El invento que había proyectado la nueva Jefa observadora, era un motor radial con diez pistones alternativos, al que le había añadido una turbina con agua para refrigerarlo, cuando lo probó en el patio de su casa, que era particular, se dio cuenta de que tenía una doble función, se duchaba mientras bailaba para dirigir la operación, al mismo tiempo regaba no sólo sus plantas, también las de los vecinos. Su husband se percató de cómo ascendía la factura del agua, así que cuando el C.E.P.A. (Comité Ejecutivo Planetario Aristoliano) dijo que estaba aceptada y debía trasladarlo al hangar del P.E.P.A., se puso muy contento.


II – La rueda de Eustaquio Deprís

   Los asistentes a la exposición de inventos estaban muy nerviosos. Lonas de diversos tamaños cubrían los objetos que se iban a exponer para ser calificados de útiles, de ellos, de su forma física y del conocimiento astronómico; dependería la inclusión en el viaje al planeta Aristolio. Todos temían el veredicto de Malena, alias Tuerca, se había corrido la voz de que a pesar de tener nombre de tango, no le gustaba bailar el agua a nadie.

   La prueba la tuvieron bien pronto, había inventos presentados por antiguos compañeros de la University Canillensis, los cuales conociendo cómo las gastaba la ingeniera, habían optado por utilizar seudónimo, entre ellos, Eustaquio Deprís. La lona era de las mas pequeñas y al ser destapada lo único que vieron fue una rueda de bicicleta con muelles cubriendo la cubierta de goma. A pesar del seudónimo, a Malena no le costó ningún trabajo averigüar quien era el inventor. Eran casi vecinos y durante el verano había visto como hacía pruebas sobre monociclos con muelles, para sortear las aguas del Manzanares. Dicho sea de paso, también le vió darse algún "muellenazo".

-  Le habrá estallado el hipocampo inventando esto. Comentó Malena.
-  Sin duda se trata de un "hipster". Dijo Antonio.
-  ¿Y eso qué es? Preguntó Matilde.
-  Es evidente, Mati -dijo Ros- una rueda de bicicleta.
-  No, no es eso, yo quería saber que es eso del "hipster"...
-  ¡Ah, eso!, pues un "hipster" -contestó Antonio- es como un hippie, pero a lo moderno o sea un independiente de modas y costumbres, bastante más limpio y generalmente vegetariano.
-  ¿Vegetariano, dices? ¡Ja,ja,já! - soltó una carcajada Malena- Yo le he visto zamparse algún que otro chuletón.
-  ¿Le llamaste la atención? -Preguntó Rosmar- ¿Qué te dijo?
-  Que había trascendido a la lucha estéril de los vegetarianos por salvar el mundo y, que estaba riquísimo.
-  Mujer yo en eso le doy la razón -apostilló Matilde- ¿Para qué tenéis, -rectificó- tenemos los terrícolas, dientes y colmillos? Para comer carne.
-  Bueno, bueno -intervino Antonio- Dejemos en paz a las carnes comestibles, vayamos a lo que hemos venido a hacer. ¿Qué puntuación le daríais al invento de Eustaquio Deprís?
-  Por mi parte, un cero tan grande como la rueda. Dijo Malena.
-  Yo lo aprobaría con un cinco -dijo Rosmar- siempre y cuando realizara varias ruedas más y las uniera a una bicicleta.
-  Estoy de acuerdo, Rosmar, creo que se necesitaran bastantes más, para hacer tricicletas y no caer en negros agujeros. Por muchos mapas que me proporcione mi amigo Hawkings, de una vez para otra salen muchos más, que me lo digan a mí que surgí de uno de ellos y del impulso llegué aquí. No quiero ni recordarlo, dijo Matilde.
-  Bueno, Antonio -dijo Malena- aún faltas tú para dar la puntuación.

   Antonio había quedado muy pensativo, sin dar su opinión. Estaba pensando en E.T., e interiormente decía: Mi casa, mi hijo androide. ¿Dónde estará? Volvió a la realidad.

-  Sí de acuerdo, un cinco. ¿Pero qué os parece si nos ocupamos del cuerpo? Me ha entrado apetito carnal.
-  ¡Hombres! Dijo la doctora Rosmar.
-  ¡Mujer! Quise decir que con eso del chuletón.
-  Vale, vale -dijo Matilde- Si os sirve de algo, tenemos un buen jamón y buen queso. E.T., puede esperarnos.

Dijo esto mientras miraba a Antonio, el cual había olvidado que Matilde, aparte de asteroide, era telepática.

Rosmar (R.J.M./5.10.14)
Fotografía 1. Emilio Deprés


10 comentarios:

Juan Calderónj dijo...

Rosa, vuelven a circular tus personajes, le deseo buen regreso. Besos.

Mari Carmen Azkona dijo...

Menos mal que no participé en el concurso, qué hubiera dicho Melena del mío… Y eso que fue precisamente su nombre el que me inspiró.
Cuando conocí la convocatoria comencé a trabajar en su secador de pelo que, unido a un sensor que se colocaba en el cabello, se ponía en funcionamiento al sentir la humedad. La idea, aunque en principio me pareció interesante, me provocó toda clase de problemas con los vecinos, por el ruido que producía el secador a todas horas, máxime viviendo en el Norte. Y eso que comencé el experimento en verano que si no… En fin, que me he divertido mucho con esta exposición y que me animo, si se puede, a comer ese chuletón.

Un beso grande a todos los participantes, en especial a ti, Rosa.

Maica dijo...

La verdad que la vida en el planeta Aristolio, es más divertida y agradable que la que tenemos en la tierra.
Yo me quiero ir a vivir a Aristorio ¡¡por fa!!

Pedro Mateos dijo...

Yo de inventos no sé mucho pero de mecánica aún sé algo, claro que lo mío es la agricultura que se me da mejor, a ver cuando llevamos más plantas a Aristolio que hay que poblarlo para que de sus frutos.

Vichoff dijo...

¡Me encanta, doctora Rosmar!
Me dan ganas de mudarme, de verdad. No puedo aportar ningún invento maravilloso, porque soy de letras, pero les puedo corregir las comas y los imperfectos de subjuntivo.
Ah, y hago unas patatas a la riojana riquísimas.
Mil besos.

Rosa del Aire dijo...

¡Vaya, vaya, doctora Vichitaf! ¿Cómo se atreve a decir que no puede aportar ningún invento? ¿Acaso cree que no nos vendrán bien las patatas a la riojana, con su choricito y todo? No sólo del aire viven los aristolianos y convenientemente envasadas en vacío. Ya verá, ya, como se las comen tan ricamente y dejan vacía la despensa.
Un saludo de la doctora Rosmar.

Rosa del Aire dijo...

Juan, me alegra verte por Aristolio, espero que vuelvas por aquí, ya sabes que siempre eres bien acogido.
Besos lunáticos.

Rosa del Aire dijo...

¡Hola Mari Carmen! No te des por vencida, aunque haya algunos aristolianos que no valoren tu invento. Las mihembras somos más, ellos se lo pierden. Creo que ha llegado tu invento mejorado.
Besos lunáticos
Doctora Ros de Aristolío.

Rosa del Aire dijo...

¡Hola Pedro! Teniendo en cuenta que eres exobiólogo, hortólogo. No dudo que encontrarás el oportuno invento y si es precisa la ayuda de alguna experta. La encontrarás.
Abrazos lunáticos.
Dra. Rosmar de Aristolío.

Rosa del Aire dijo...

¡Hola Maica! Me alegra que disfrutes en Aristolio y hayas elegido tu nuevo nombre, lo cual va a despistar a tu "husband". Te vendrá muy bien.
Besos lunáticos.
Dra. Rosmar de Aristolío