viernes, 24 de mayo de 2013

AL AIRE DE SAGRARIO TORRES


SAGRARIO TORRES

Valdepeñas (Cdad. Real) 8.3.1922 – Madrid 5.3.2006


ANCIANA EN RECOLETOS (*)
En el pico de un banco está sentada.
No quiere molestar. No mira al frente.
No la turban los ruidos ni la gente.
La tela que la cubre está gastada.
Es blanca su cabeza mal peinada.
Veo de su perfil sólo un pendiente,
y un zapato sin brillo, indiferente
a la media tupida y descolgada.
Esta mujer de pena y de polilla,
en silencio por cuanto la atropella,
no ve cómo se acercan los gorriones.
Da su espalda a la Diosa de la Villa,
al Palacio de Comunicaciones,
donde nunca habrá carta para ella.

( *) La frase que adjuntaba al poema, es: "Dios quiera que nunca nos veamos en ese estado".
Con este poema quedó finalista en un concurso promovido por la editorial Planeta, que concedía un suculento premio de 100.000 pesetas a un solo poema. Es elocuente el hecho, de que sólo hubiese dos mujeres entre dichos finalistas, la hija del director de la revista Época y la propia Sagrario. El premio no se lo dieron a ninguna de las dos, sino a un veterano poeta participante en cuantos concursos literarios se promovían y ganador en casi todos.



ÍNTIMA A QUIJOTE

Dime:
Si yo fuese a tu alcoba
en una noche clara,
desdoblado mi oloroso cabello,
y mis dientes brillaran
al borde de tus labios,
¿cómo responderías oyéndome decir: ¡Abrázame!?
¿Romperías las leyes
del gran amor que te sujeta?

Mas, no. No te provocaré. Intento vano.
Yo sé que aunque me encuadre tu mirada,
no me pinta el pincel de tu deseo.
QUIJOTE:
Te han amado los hombres.
Yo te amo por todas las mujeres.

FALSIFICACIÓN DE MI FIRMA

¿Jueces, justicia?, sin cesar repito.
Ronca, impotente, voy por los juzgados,
peores que sepulcros bien sellados
que me cortan la voz cuando les grito.
Libres, impunes de su gran delito,
una mujer y un hombre, dos malvados,
mancharon con peritos sobornados
mi limpio nombre en cada verso escrito.
Montones de sumarios en espera.
Alguien con quien tropiezo en los pasillos,
puede sufrir mi causa infamatoria,
pensando que algún día Dios quisiera
que la invidente de los dos platillos
distinga bien el oro, de la escoria.

CONTIGO IRÁ MI SOMBRA

Bajo mi rostro a tu perfil yacente
que alumbra el lecho de tu alcoba oscura.
Un escarchado arroyo es tu figura,
y en ríos van mis ojos por tu frente.
Yo caliento tu helor inútilmente.
Párpados tuyos besa mi locura,
pómulos, labios de tu boca pura.
En fuego y frío estamos solamente.
Vienen tinieblas a envolver las luces
de tu cuerpo que asciende y que me deja
para siempre olvidada y consumida.
Contigo irá mi sombra. Cuando cruces
de nuevo un mundo de dolor y queja,
me alzaré como un monte hacia tu vida.



Sagrario Torres es quizá una de las mejores sonetistas españolas, en mi opinión.  Tenía una voz cálida, su poesía alcanzaba un alto vuelo al internarse en la nostalgia, su léxico era valiente y no estaba exento del gracejo popular, con el que logra efectos sorprendentes. Destaca por su impetuosa y desenfadada manera de enfrentarse con sus sentimientos, sus convicciones, sus sensaciones.
Sus primeros poemas datan del año 1943 y estaban dedicados al toro, colaboró con revistas literarias y en el diario "Lanza", de Ciudad Real. Ya en el año 1942 ganó el primer concurso de cuentos "Concha Espina". Posteriormente y por voluntad propia, se apartó del mundo poético, por espacio de varios años.
En el año 1964 se acentúa su necesidad creadora, esta vez de una manera más continua y tres años después interviene en Alforjas de la poesía y forma parte de la Tertulia Literaria Versos con faldas, sobre la cual os hablaré, al tiempo colabora en la revista: Poesía Española, que dirigía el poeta José García Nieto y en las de su tierra valdepeñera, con otro gran poeta Juan Alcaide. En 1968 publica su primer libro: Catorce bocas me alimentan. Madrid, publicada por Editora Nacional, lo dedica a su padre, fallecido cuando ella tenía cinco años. Ella misma en la Antología de Carmen Conde, "Poesía Femenina Española" (1950-1960) Editada por Bruguera, dice "Pobre ya y huérfana, ingresé en un colegio municipal. Durante ocho largos años de internado, mi enseñanza fue tres años católica y cinco laica. De ambas saqué provechosas lecciones. Por ellas cimenté mi espíritu y consolidé la fortaleza de mi ideal humano" La guerra interrumpió sus iniciados estudios de bachillerato que no continuó.
Su quehacer lírico evoluciona en sincronía con el desarrollo de la poesía del momento y su trayectoria poética progresa desde la lírica bella, artística o lúdica hasta la profundización en lo universal y humano: la consideración y significación del dolor, del amor, de la vida, de la muerte y de Dios.


En el año 2005, el Gobierno de Castilla la Mancha acordó conceder la Placa al Mérito Regional a Sagrario Torres Calderón por su obra literaria y una vida dedicada a la investigación y la escritura, un galardón que en su nombre recogía su hijo y que todavía pudo conocer la escritora valdepeñera, que fallecería el 5 de marzo del 2006, a punto de cumplir los 82 años

SU OBRA

 Poesía Poemas del toro (1943).
 Catorce bocas me alimentan. Madrid, Editora Nacional (1968).
 Hormigón Translúcido. Salamanca (1970).
 Carta a Dios. Madrid. Alfaguara (1971).
 Esta espina dorsal estremecida. Madrid, Oriens (1973).
 Los ojos nunca crecen. Salamanca (1975).
 Regreso al corazón. Madrid, Rialp (1981).
 Íntima a Quijote. Madrid, Asociación de Escritores y Artistas Españoles (1986).

ESCUCHAR SU OBRA

1. La Espera (Sagrario Torres) 2. Tríptico a mi hijo (Sagrario Torres) 3. Se me nota el amor (Sagrario Torres) 4. Mis sábanas (Sagrario Torres) 5. Decid, Sentidos míos (Sagrario Torres)


Mi amistad con Sagrario, aunque ya nos conocíamos, se consolidó en 1986, con motivo de la presentación de su octavo libro, "Íntima a Quijote", en la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Casi siempre por Navidad, adjuntaba a su felicitación fotocopias de sus libros, o de poemas sobresalientes. Apenas iniciado el 2006 y estando mi libro: "Mujeres en el umbral de la historia" recién editado, me pareció extraño no haber recibido su felicitación navideña. Quería darle la noticia de que iba a hacer promoción de él en una conferencia a la que había sido invitada por la Asociación de Mujeres, de Valdepeñas, para el Día de la Mujer, justo el día de su cumpleaños. La llamé por teléfono, me dijo lo mucho que le hubiese gustado asistir, pero andaba muy mal de salud y le sería imposible. Dos días antes de la conferencia y de su cumpleaños, recibí la triste noticia de su fallecimiento.
Sagrario Torres nos dejó, pero su obra y su voz merecen un reconocimiento del que la autora, como muchas otras, desgraciadamente, no tuvo en vida.

Rosa del Aire. (R.J.M./24.5.13)


2 comentarios:

Anaís dijo...

Son unos sonetos espléndidos; gracias por dármela a conocer. Vendré con frecuencia a tu orilla a releer los poemas de Sagrario y otros jugosos textos. Un abrazo.

Julie Sopetrán dijo...

Guardo alguna de sus cartas... Siempre he admirado su poesía. No sabía que se había ido. na gran poeta. Gracias María Rosa, por traer su recuerdo. Besos.