lunes, 19 de julio de 2010

EL NOMBRE NO IMPORTA

RESEÑA : lOS LUNES DE EL IMPARCIAL
Paula Izquierdo: El nombre no importa
Alianza. Madrid, 2010. 248 páginas. 17,50 €
03-07-2010

Algo tan habitual como recibir una llamada telefónica y solicitar una cita para ver el piso que quieres vender, es lo que trastoca la vida de Lara al descubrir que esa voz pertenece a alguien que en el pasado fue su mejor amiga.

Lara es protagonista y narradora —confusa— de los hechos que tuvieron lugar hace treinta años. Dispone de veinticuatro horas para remover la superficie de sus recuerdos, ordenar y recomponer lo sucedido entre ella y Natalia (“Ene”), su mejor y única amiga. Una amistad que fue más allá hasta el punto de transformarse la una en la otra, perdiendo su propia identidad, y por la que pudo llegar a morir sin valorar las consecuencias. ¿Qué es lo que queda de aquellos sucesos? A veces, los recuerdos se convierten en llagas que fueron cerradas en falso y vuelven a supurar, al retroceder en el tiempo.

A través de un diario, Lara reconstruye fragmentos de lo que fueron sus vidas paralelas, incluso después de haber desaparecido Ene. ¿Hasta qué punto puede fiarse de lo que un día escribió, bajo efectos de tantas adiciones? Una complicada galería de personajes enigmáticos que rodean a las dos protagonistas y de los que apenas se llegan a saber los misterios que encierran sus vidas, rica y lujosa la una, mediocre la otra, ambas abandonadas a su suerte. Recorrido por los vericuetos de una historia donde el sexo más abyecto, el alcohol y las drogas forman una red. Ficciones paranormales en la frontera de lo inverosímil, donde se mezcla el mundo ostentoso y una sociedad miserable.

Paula Izquierdo nos muestra una novela inquietante sobre las contradicciones de la personalidad y sus ambigüedades. “Nada es nunca puro y sin mezcla”, reza una cita de Yeats. Nada es lo que parece, cuando los recuerdos fluyen entre la realidad de lo que sucedió y lo onírico que, tal vez, nunca fue. Porque la fragilidad de la mente es angustiosa y se niega en ocasiones a reconocer lo que sucedió.

R.J.M.




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