Había una vez una sombra
que mordía mis pasos
que mordía mis pasos
por campos y calles.
Pensé:
Pensé:
¿Podré matar una sombra?
Y la maté.
Con el grito que sólo yo oigo,
enloquezco sin sombra.
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R.J.M. /5.5.11
2 comentarios:
Querida Rosa, a veces deseamos cosas que después de conseguidas nos producen dolor. Todo lo que nos rodea, incluida nuestra sombra, forma parte de nosotros, y es ineludible para alcanzar el conocimiento. Besos
Muy bello poema con reflexión sobre lo que es la sombra. Matar la sombra, muy linda metáfora Rosa. Hermoso poema. Un abrazo y mi cariño de siempre.
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