Noviembre era tiempo de castañas, al amor
de la lumbre que ondulaba el viento,
de mieses recogidas en verano,
de luces esperando la Navidad.
Mas, llegaron otros noviembres
cercados por las sombras
de la vida y la muerte.
Se duplicaron los días colgando
sueños entre las oquedades
del tiempo, asomada al borde
vi entrecruzar la lluvia.
En un hueco del aire
cobijé mi intemperie,
para que nadie consiguiese
alcanzar mi pretil.
Sollocé, sin saber qué oculto
manantial, rompía la forma
en espiral caliza de los sueños.
Ahora sé, que hay otros noviembres
que se tiñen de azul
aunque la lluvia ruede en los tejados.
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/R.J.M./19.11.11
2 comentarios:
Hermoso poema Rosa. Mi felicitación. Y siempre mi cariño y amistad.
Precioso poema, querida amiga. Besos
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