viernes, 2 de diciembre de 2011

EL ULTIMO MINUTO

El último minuto


Lo había intentado todo; píldoras, veneno en altas dosis, volar desde las alturas, galopar sobre un caballo sin riendas. Todo, absolutamente todo, quedaba en un enorme batacazo. En el último minuto, siempre había un médico, un científico que le salvaba de sí mismo.

Lo había decidido: no más vuelos de ninguna clase. Se encerraría en una cámara desintegradora y así lo hizo. ¡Qué tranquilidad más gozosa, cuando los gammas se fusionaran con sus células y todo quedara en el éter!. Todo se ha hecho negro, ahora ve la famosa luz blanca. ¡Por fin, se acerca su final!

Los biólogos más ilustres se han reunido alrededor de la enorme mesa de mármol blanco, sobre ella están el corazón, el hígado, los riñones, un trozo de estómago que pudieron salvar después de tantas limpiezas, la cabeza con los ojos moviéndose en las cuencas. Bien, es verdad, que alguno de los huesos los tendrán que recomponer. ¡Es increíble, el cuerpo permanece receptivo!.

Las células “senescentes” se han disuelto, pero es posible que llegue a viejo.

¡No puede ser! Grita su cerebro, no quiero pensar nunca más.

Los científicos se frotan las manos: hay trasplantes para todos, ensamblajes de todo tipo. Una docena de enfermeras se disponen a colocarles los guantes. Y se hace nuevamente la oscuridad, tras ella una luz brillante se ensancha por la puerta, una figura vestida de blanco hasta los pies, se perfila en el dintel mientras se coloca los guantes y se acerca a la cabeza, coloca las manos sobre el cerebro, dice: ¡En el último minuto, se estropearon los fusibles!.

Rosa del aire /R.J.M./ Nov.11

2 comentarios:

Juan Calderón Matador dijo...

Las cosas llegan cuando tienen que llegar. Está claro que estamos manejados por manos superiores. Muy bueno, Maria Rosa, Un abrazo

Rosa del Aire dijo...

Gracias, Juan, por estar siempre atento a mis publicaciones.
¿Que tal estás mi cortés caballero de Palacio?
Un abrazo