CARNAVAL
Dicen que tras el carnaval llega la Cuaresma,
no es verdad, preside ultimamente muchas mesas.
Y si es así, trastocarla, no será pecado
dos o tres veces al año, queda concertado.
Hablar del presupuesto es ordinario.
Tiremos la tristeza por la borda,
acordemos pintar sonrisas en la cara.
Será el mejor disfraz contra las penas,
hacer pensar que estamos como cabras.
Sentirnos como princesas(1) aladas
a lomos de un blanco caballo,
y degustar un ibérico adecuado,
sin perder la cara de payaso.
Rosadelaire (R.J.M./17.2.12)
(1) También caben príncipes, pero no duques.
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