Aniversario
Feliz
(Historias de la Resi)
(Historias de la Resi)
Se cumplen tres años de su estancia en esta residencia, durante este tiempo su máxima ocupación ha sido colorear sus cuadernos de dibujos sin salirse de las líneas y jugar al dominó. su último gran logro, ha sido recientemente. El viernes le llevé un catálogo de un centro comercial, le entretiene mirarlos, me preguntó cuántas pesetas era un euro, le contesté que 167 pesetas, dijo: no me gusta el euro, es muy caro, me gustan las pesetas. Lo habitual es que a la hora siguiente no recuerde nada de lo que hemos hablado.
Al
día siguiente, bajamos a la cafetería como todos los días, le dejé
su bolsa con las revistas, lápices, juegos, con los que entretenernos.
Fui a pedir su café con leche y al volver a la mesa vi que estaba
con su revista de Historia del Arte, desde hace meses la está
leyendo y siempre recuerda el mismo artículo, un titular sobre los
egipcios, escribía números sobre una servilleta. Hace años que no
recuerda cómo se hacen los números o la escritura. ¡Había hecho
una multiplicación! Calculó en pesetas el precio de un coche que
figuraba en un anuncio, salvo que había añadido un 1, estaba
correcta. Me emocioné totalmente, esa tarde le había llevado fresas
con azúcar, uno de sus postres favoritos. Él estaba orgulloso de su
premio.
El domingo, comí en casa de mi hija, mi fiesta de cumpleaños se había ido retrasando por la semana santa. A la comida vinieron las que fueron nuestras amigas de diario, dos hermanas cuya madre estaba en la residencia, tenía alzheimer y falleció hace dos meses, 15 días antes lo había hecho su padre, con el cual iban a ver a su madre. También otra amiga con su marido y sus dos hijos, el padre falleció hace unos meses, a diario iba a ver a su esposa, acompañado del nieto y hacía sus deberes en la Resi. En cuanto podía, el niño se escabullía del abuelo y venía a nuestra mesa donde compartía sus últimos juegos electrónicos con mi marido, tanto es así que pensaban que era nuestro nieto, así que le nombré "nieto adoptativo", que no adoptado, en el fondo, era un poco el niño de casi todas. Como os decía, nos reunimos diez personas con el sentido, no solo de amistad, sino con el sentimiento de formar parte de una familia creada por nosotros, en medio de una situación difícil y común a todos. Coincide que los familiares ingresaron con solo días de diferencia y todos les visitamos a diario. Unos a otros nos hemos animado en las dificultades y vivimos la lucha diaria por nuestros seres queridos, no es fácil ser comprendida por quienes no viven esa situación.
Volviendo
a la comida, fue una celebración estupenda con platos y salsas muy
originales, creados por mis hijas y en un ambiente cordial. En medio
de todo, sigo siendo afortunada, le tengo a él y doy gracias todos
los días, por tenerlas a ellas y a estas familias que hemos ido
agregando a la nuestra como propia. Mujeres y hombres capaces de
sonreír, exquisitos en su amistad.
Una residencia no es ese lugar en el que se deja a nuestros familiares para olvidarnos que existen. Si es así, será porque los hemos arrinconado antes de llevarles allí.
(R.J.M./8.4.13)
5 comentarios:
Qué ternura, amiga, cuánto os queréis. Felicidades y siempre adelante. Un fuerte abrazo
Emocionante, ya te lo he dicho. Me habéis hecho llorar. Os quiero mucho. Felicidades.
Rosa me alegro de verte asin cada vez mas guapa con un corazon que no te cabe en el pecho,me has emocionado mucho al leer esto, solo espero que podais compartir muchisimos momentos mas un besote muy grande.
Reflejas un enorme amor y una inmensa ternura; y a la vez, una gran capacidad para asumir los inconvenientes con una chispa de humor, lo que muestra un espíritu grande, y mucha bondad.
Rosa,... es precioso!!
Un beso
Hermoso y lleno de ternura, amor y grandeza de alma, con un pellizco de humor.
Para recapacitar.
Un beso
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