24. ROSENDA, FILÉ Y EL
CHURRI
Noviembre
transcurrió lleno de noticias sobre los éxitos obtenidos por la
sonda Rosetta orbitando alrededor del cometa 67P Churyumov-Gerasimenko. Para los aristolian@s,
los sucesos habrían sido demoledores, de haberse tratado de un
planeta o de haber sido descubierta la identidad asteroidea de
Matilde.
Ella estaba encantada
de su apariencia terrícola, incluso le gustaba ser llamada Mati, no
soportaba que los cosmonautas fuesen dejando por ahí sus apellidos,
¡eran ganas de complicar al personal!, así que para ella era el
cometa Churry, mucho más chulo. ¡Dónde va a parar! Mati agradecía
que los de la E.S.A., la Agencia Espacial Europea, hubiesen tenido el
detalle de pedir opinión sobre los nombres y hubiesen empezado a
utilizar los griegos y egipcios de ahí lo de Philae. A ella le
sonaba más como Filé, era muy fino y la sonda Rosetta, era
simplemente Rosenda, mucho mas familiar.
Todos se felicitaron
por el logro obtenido gracias a la unión de dieciseis países europeos, pero la alegría
se convirtió en frustración cuando vieron que el módulo de la
sonda Philae rebotaba y se iba un km., más allá, en un rincón donde no se le veía y dispuesto a
rebozarse de polvo. Así a ver quién era el guapo que se acercaba a
limpiarle con el plumero.
Malena, la Jefa
consultiva de Ingeniería motorizada, dictaminó: Desde su punto de
vista y después de analizar las fotos, era un error haberle puesto
un trípode, por muchos sensores que le hubiesen puesto en el
anclaje. Hubiese sido más difícil soltarse con unas buenas tuercas.
Natacha contemplaba
el espectómetro, ¿dónde se habría metido el Philae?. Parecía que
hubiese sido tragado como le había pasado a la isla de su nombre,
la que se encontraba según se mirara: Al sur de Egipto, en la
primera catarata del Nilo. Hacía años la isla había quedado
sumergida con la presa de Asuán, al menos habían tenido el detalle
de cambiar el templo de Isis a otra isla llamada Arkingila. ¿Cómo
iba a poder visitar la diosa, la tumba de su esposo Osiris cada diez
días? La isla Philae había desaparecido bajo las aguas del lago
Nasser.
En la NASAL, el
astronauta Pablo Ultralado, asesor galáctico de corrientes y mareas,
había enviado un mensaje desde el espacio sideral. En su último
viaje de reciclaje por las galaxias, trató de descubrir ¿dónde
protones, se había metido el Pilé? Se acercó al cometa todo cuanto
pudo para mirar, sin ser descubierto por Rosenda que no dejaba de
orbitar en torno al cometa Churry, como si se lo fuesen a quitar y
venga hacer fotografías de lao, de costao. Pablo Ultralado vió, por
fin, al Pilé, bueno ¡tanto como verlo! Intuyó más bien que estaba
en el fondo de un agujero negro al que llamaban Kingila, en aquel
momento estaba tras una nube de moscas venusianas que tapaban el
cráter, del que sería difícil salir a no ser que abriera los
esfínteres y expulsara una nube de gas para hacerse notar cuando el
sol pasara por allí. Necesitaba urgentemente la luz solar para
transformarla en energía, salir de aquel lugar no iba a ser fácil.
Cuando leyeron el
mensaje, Mati dijo que eso era contraproducente, las moscas
venusianas adoraban al sol y los gases. Tendría que darse prisa Pilé
para salir, el sol le llegaría en diez días, los mismos que Isis
tardaba en llegar hasta Osiris. Sólo tendría una hora y media de
luz al día, para entonces las placas solares deberían haberse
limpiado del polvo, de no hacerlo así, sentenció Mati: Habría un
"puturrú de fuá" de mucho cuidao.
Karmiña, en el
"Puente Colgante Leré", de la NASAL, recibió una petición
desde el cosmódromo de Baikanour, en Kazajistan, donde el Soyuz
TMA-15M estaba a punto de despegar el día 24. Llevaba tres
tripulantes: Antón, ruso. Terry, un estadounidense y Samantha,
primera mujer italiana en viajar al espacio, esta era también la
primera vez que había conseguido llevar una cafetera especialmente
fabricada para el viaje. Enterada, Samantha, del secador colgante
aerodinámico inventado por Karmiña Atxis quería llevarse uno, sin
embargo, la petición fue denegada, dado que la NASAL, (Nadie Avanza
Sin Alegría Luminosa) no pertenecían al Grupo Evasores Fronterizos,
su presupuesto sólo había llegado para fabricar el prototipo,
tardarían en fabricar el número de solicitudes.
La doctora Ros
estaba contenta, después de haber caído en un tiempo sin tiempo,
había despegado de nuevo.
Abrazos aristolianos.
(R.J.M./
4.12.14)
7 comentarios:
Pues yo creo que este viaje no es como otro cualquiera de los que ya se han hecho, mientras la sonda no vea estamos todos ciegos, ¡qué le vamos a hacer! Pero saldremos adelante como siempre hemos salido, ¿verdad doctora Ros?
Estimado exoclimastólogo: No nos interesa ser vistos, imagina que ven a Malena solucionar el problema del Pilé, con unas cuantas tuercas y a Pablo recogiendo la chatarra que se dejan por la alturas, para reciclar.
Por supuesto que nuestro viaje no es igual y saldremos adelante.
Un saludo Mr. Peter
Abrazos aristolianos.
Qué mente tan imaginativa e ingeniosa tienes, Rosa, no me cansaré de decírtelo. Y me gusta esta manera tuya de aprisionar el pasado, el presente y el futuro en un todo continuo y sin influjos solares :-)
Karmiña Atxis, informando desde el "Puente Colgante Leré".
Besos y abrazos
Ya ves sin influjos solares, ni lunares, aunque de estos últimos tengo unos cuántos. Todo está en los círculos y en la buena gente que te rodea, como tú.
Besos lunáticos.
Qué maravilla, Rosa, has conjugado dos de mis aficiones secretas: los viajes espaciales y la Egiptología :)
Un beso espacial, desde la NASAL (perdóneme la rima).
Qué maravilla, Rosa, has conjugado dos de mis aficiones secretas: los viajes espaciales y la Egiptología :)
Un beso espacial, desde la NASAL (perdóneme la rima).
Pues ya lo ves, han dejado de ser secretas y no sabes cuanto me alegro, pero te aseguro que sólo es cosa de lectura y real como la vida misma.
Besos aristolianos.
Publicar un comentario