Desde mi calle es brillante la luna.
Es una calle como otra cualquiera
Es una calle como otra cualquiera
con el color de las hojas perdidas
y la añoranza de cuerpos vencidos.
Puertas cerradas en el tiempo
y besos robados en los umbrales
naufragados en la vorágine.
Crecieron tantos sueños
que nunca se cumplieron,
hubo tantos deseos sin florecer.
Se fueron agostando los rostros
crecieron amargas raíces.
Alguien dijo:
Aprovechad el tiempo.
Nadie le escuchó.
Aprovechad el tiempo.
Nadie le escuchó.
¿En que pienso? Pensaba
en los que fueron
a visitar las estrellas
y nunca volvieron.
en los que fueron
a visitar las estrellas
y nunca volvieron.
En el camino por recorrer,
mientras ondean las sábanas
en el frío aire
de este trece de diciembre.
de este trece de diciembre.
El viento minuciosamente,
oculta la desnudez de la luna
y tiende las nubes en el vacío.
Mañana, tal vez se vista la calle
con gotas de rocío
y haga crecer nuevas ilusiones.
(R.J.M./13-12-06)
4 comentarios:
Tal vez, sí; que de ilusiones no se puede vivir y sin ilusiones no habría vida. Y a pesar de que la vida no siempre es una buena anfitriona, la esperanza nos aguijonea para que nunca perdamos el aliento.
Un abrazo, Rosa.
Ay la luna, el rocío de la mañana, tantas cosas... tantos recuerdos buenos y malos, bueno más que malos, feos, lo que importa es que los tengamos y podamos crear lo que se´r los recuerdos de mañana.
Un abrazo de Pedro.
¡Hola Esther Planelles! No sé lo que le sucede realmente al blog, te lo comenté en su momento y no aparece.
Muchas gracias por tus palabras, me alegra saberte al otro lado de la lectura.
Envíame el nombre de tu blog, lo seguía pero también ha desaparecido.
Besos y abrazos, amiga.
¡Gracias Pedro, fiel amigo!Sigamos creando recuerdos para el mañana. Besos y abrazos.
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